domingo, 20 de enero de 2013

Día 1, faltan 364 días para terminar.
Muy buenas. Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos por última vez, aunque la verdad que en todo este tiempo no os habéis perdido gran cosa. La cosa es que llegamos a este rincón de la red a tratar de hacernos compañía unos a otros y en eso nos vamos a poner.
Ayer vi una película que trataba acerca de una mujer que escribía un blog para satisfacer una meta personal, escribir un blog durante un año, cada dia, paso a paso, como reflejo de sus andanzas en el mundo de la cocina, y de paso, en su vida personal.
Escribir no es fácil eso ya lo se, pero espero que poco a poco vaya siendo más interesante este trocito de realidad que espero dejar aquí reflejado, unos días con cosillas más atractivas y los otros días confío en que al menos sean entretenidos.
De momento y como preámbulo vaya esta declaración de intenciones para los próximos meses.

martes, 11 de enero de 2011

A ver si mañana despegamos.

Comenzar un nuevo año es como comenzar un nuevo libro, uno no sabe realmente si le va ha gustar hasta que lo acaba, porque incluso los que parecen insulsos y aburridos, los libros o los años, tienen un final feliz, al estilo de las tracas finales de las pirotecnias valencianas. Hace poco hemos comenzado un nuevo calendario, dos mil once. Parecen ya guarismos de novela de ciencia ficción, los dos miles, aunque ya nos vamos acostumbrando y dentro de poco para titular ese tipo de novelas tendremos que usar cifras que se aproximen a los tres miles o los cinco miles.
De momento el año, lo que es por mi parte, ha empezado de lo más preocupante, sin metas, sin objetivos, sin ilusiones, me mantengo vivo porque como y como por rutina, acudo a mi puesto de trabajo por rutina, y porque hay que pagar el alquiler, sobrevivo el tiempo que debo de estar allí encerrado para que me paguen el sueldo y así vamos pasando los días. La parte buena de estar así de hundido es que a partir de ahora solo puedo ir subiendo, porque espero no estar así mucho tiempo, hay ideas raras que empiezan a darme vueltas por la cabeza.
Menos mal que sigo visitando los blogs de algunas personas que de modo y manera altruista envían mensajes de consuelo y apoyo realmente sin ánimo de lucro, a quién le pueda interesar. Hoy por ejemplo he visitado el blog de Paula Mocinho, os lo recomiendo, que siempre nos sorprende con alguna perla, y que hoy abría fuego envíando un mensaje de ánimo, empuje y buen rollo, aconsejándonos a que nos pusiéramos junto a las personas que tienen las pilas puestas, porque pila llama a pila creo que decía, y yo estoy con ella, he de reconocer que me ha hecho mucho bien especialmente hoy el pasarme por su blog.
Por hoy no voy a extenderme más, hablaría de esa supuesta tregua de eta, de las subidas de las facturas de la electricidad y el gas, de los transportes públicos, que ya sin quererlo las hemos asumido como ‘normales’ a primeros de año, por cierto que también me han subido la barra de pan, a sea nos acosan por todas partes, así es que el que tiene un trabajo ni se le ocurre ponerse a conjurar contra el jefe, y luego que nos vengan hablando de huelga general, después del éxito de la anterior hay que tener moral.
A ver si mañana despegamos.

viernes, 17 de diciembre de 2010

La noticia de hoy

La noticia del día parece ser que el señor Julian Assange por fin ha quedado libre, espera continuar con su trabajo, destapando detenciones ilegales, tratos ilícitos, o cuando menos sospechosos, de gobernantes de gobiernos lícitos, en fin todo lo que sabemos del famoso wikileaks.org . Al salir lo primero que ha hecho ha sido acordarse de todos los que le han apoyado, los que le han dejado la pasta para salir de entre rejas, y además de todos los que, alrededor del mundo están detenidos en peores condiciones que él. Parece que sigue a lo suyo y eso esta bién, al menos para los que estamos abajo, como ocurrió con la famosa tasa que nos colocaba la SGAE por la cara en los discos duros y grabadoras. Ellos son más fuertes pero nosotros somos más.
Eso sí, el pobre estará marcado con un brazalete electrónico que indicará su posición en todo momento y se ha quedado sin pasaporte. Es curioso que no le hayan prohibido acercarse a un aparato con conexión a internet, su arma más peligrosa.
¿Te gusta la tele? Pues que sepas que el señor Larry King se ha retirado después de veinticinco años en la pantalla, y eso en Estados Unidos y en cualquier país nuestro de cada día son muchos años seguidos con un programa. Por estos lares tenemos al Buenafuente que no va mal encaminado, ya lleva uno añitos, y que siga.
Espero que el post de hoy no te haya aburrido mucho, es un comienzo de algo que espero se mantenga y que con el tiempo gane interés y cordura.
Pasad un buen día y a ser buenos, si nos dejan.

domingo, 24 de octubre de 2010

La vida comienza cada día.

Cada mañana al despertar unos saltan disparados de la cama en busca de un nuevo día, mientras otros se quedan remoloneando y apurando esos instantes de felicidad completa al calor de las mantas.
A manolito en cambio no le resultaba tan sencillo salir de la cama. Cada mañana, al despertar, tenía la certeza de que un nuevo día se le venía encima, un nuevo día que tendría que atravesar soportar de alguna manera hasta volver de nuevo a la seguridad estar sumergido bajo las mantas, fuera del alcance de todos. Manolito no remoloneaba entre las sábanas hasta el último momento, en ninguno de los días de su vida, que él recordara, Manolito tenía memoria de haber tenido un día feliz completo, ni siquiera un día tranquilo, cada día lloraba, y llorar no le gustaba.
Cuando conseguía regresar de la escuela sin que los otros chicos se metieran con él, le esperaba lo que podía encontrarse en la casa de sus padres, siempre discutiendo y siempre echándose la culpa de su desgraciada vida el uno al otro. Cuando manolito veía que la situación se ponía mal trataba siempre de apartarse todo lo que podía pero en un pequeño piso de un barrio obrero eso es imposible para un niño de siete años, además en cuanto su madre, que era por quién más se sentía perseguido, en cuanto se daba cuenta de que estaba de su alcance le llamaba con cualquier pretexto y a renglón seguido, cuando Manolito aparecía por la puerta, descargaba sobre el toda la rabia contenida por una vida infeliz, esto es algo que Manolito no llegaba a comprender, cómo era posible que siempre acabasen todas las discusiones en él, cómo era posible que a sus siete años fuese el culpable de todos los males que ocurrían en la casa de sus padres, pero a los siete años hay muchas cosas que no se entiende porque no se conoce aún la complejidad humana, únicamente se emplea la sencillez animal, que es con la que tanto daño se hace siempre  que hay oportunidad.
La vida comienza cada día, aunque hoy Manolito ha decidido no salir nunca más de su cama.